La normativa y la segunda ancla

La reglamentación impone una única ancla para los barcos que tienen más de 4 personas a bordo. En la práctica, los barcos tienen que tener por lo menos una ancla a bordo. Además del hecho de que permite fondear, una ancla y una cadena permite hacer frente a una situación de emergencia por el mal tiempo (avería de aparejo o de motor que no permite seguir navegando).

Aunque la segunda ancla no es obligatoria por la legislación, es importante tener una a bordo. El agarre de las anclas que no son idénticas según el tipo de fondo (rocas, algas, arenas) te aconsejamos tener una segunda ancla diferente de la ancla principal. Las 2 anclas serán así complementarias.

Las anclas ligeras ofrecen un buen agarre y una fácil manipulación. Son ideales para fondear de día.

Los diferentes tipos

Anclas de arado estándar, no articuladas, planas, ligeras y anclas paraguas, etc. ¿Cuál escoger?
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El ancla perfecta que sirve para todos los fondos no existe, sino se sabría. Pero no por ello hay que deducir que todas valen y que hay que tienes que orientarte sistemáticamente hacia las más económicas.

Todas las pruebas realizadas así como la experiencia de los navegantes coinciden en que los modelos cóncavo (tipo Brake de MPI) lastrada en la punta, anchas y no articuladas, tienen un comportamiento superior a los otros modelos sea cual sea el tipo de fondo. Su forma cóncavo las entierra, con el aumento de la tracción.

Las anclas tipo arado (como la delta) tienen un agarre ligeremente inferior.

Una ancla plana concebida para los fondos de arena fina y barro, se sueltan rápidamente y nunca consigue trabajar sobre sus dos puntas (se ponde de lado con una sola punta en el suelo).

Las anclas rezón dan resultados satisfactorios sobre las algas, pero se las reserva principalmente para las auxiliares y para los barcos practicando la pesca. (siempre hay un vigilante a bordo).

Las anclas ligeras dan buen resultado en arena y en barro. Este tipo de ancla debe ser utilizada con cabo emplomado.
 

el comportamiento de las anclas

Un ancla plana, bajo una tracción importante, gira, se pone a la vertical y desliza con pocas posibilidades de agarre.

Un ancla de arado articulada, en las mismas condiciones desliza suavemente y agarra cuando el esfuerzo es menos importante. El ancla de arado de nueva generación (no articulada y muy lastrada), bajo fuertes cargas, agarra y si desliza se coloca punta abajo.

La única dificultad para las de nueva generación y para las anclas ligeras es que hay que largar mucha cadena (ver cadena).